Hace unos días leí un artículo en el que Bonnie Ware, una mujer que durante muchos años ha trabajado en una unidad de cuidados paliativos, escribía sobre las cinco cosas de las que nos arrepentimos antes de morir, estas son:
– No haber tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo, haber vivido la vida que otros esperaban de mí.
– Haber trabajado tan duro.
– No haber tenido el coraje para expresar mis sentimientos.
– No haber mantenido el contacto con mis amigos.
– No haberme permitido ser más feliz.
Cada vez que vuelvo a leer esos cinco motivos de arrepentimiento, algo nuevo viene a mi mente.
La primera es una frase que escuché a un profesor que decía “Tu problema es que crees que tienes tiempo”, y es verdad, ese es uno de nuestras principales limitaciones, creer que tenemos tiempo, y por eso postergamos esas cosas importantes pero no urgentes, ya lo haré, ya llamaré, vendrán tiempos mejores… ¿Y si mañana fuera el último día de tu vida? ¿De qué te arrepentirías?, ¿Qué es eso que no te estás permitiendo hacer o sentir?.
No haber tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo, es el lamento más habitual y es que, ¿Cuántas veces optamos por aquello que creemos que debe ser en lugar de lo que realmente queremos?. ¿Cuántas veces dejamos sin cumplir nuestros sueños y anhelos?. ¿Cuánto más tiempo de nuestra vida destinamos a cubrir las expectativas que los demás tienen sobre nosotros que a satisfacer nuestras propias necesidades?.
Con esto no quiero decir que tengamos que convertirnos en seres egoístas que sólo piensan en su bienestar olvidando al otro, más bien se trata de encontrar el equilibrio entre la relación con el otro y la relación conmigo mismo. Y no digo que sea fácil encontrar ese equilibrio, es más, creo que muy pocas personas en este mundo tienen el equilibrio perfecto, pero sí que podemos empezar a dar pequeños pasos para equilibrar la balanza entre el “deber” y el “querer”, entre el satisfacer las expectativas de los demás y el satisfacer nuestras propias necesidades, y en definitiva para ser lo más felices posible.
El coaching puede ser una herramienta muy poderosa para ayudarte a trabajar aquí y ahora en tu presente, día a día, para no tener que arrepentirte algun día de no haber sido fiel a ti mismo.
Si te ha gustado este artículo puedes compartirlo y así podrá ser de ayuda a más personas
Hace unos meses tuve la inmensa suerte de tener una “entrevista” preliminar de coaching contigo,..¿te acuerdas? luego quedamos en vernos,.. pero el trabajo, la inercia,…me hizo posponer nuestra cita,..pero aquella conversación contigo y tu posterior correo me hizo reflexionar y empecé a buscar información sobre coaching, sobre cómo formarme en coaching,.. hoy ya soy un coach “certificado” dispuesto a cambiar el mundo , gracias por tu empujón!!!
Hola Chimo, qué alegría reencontrarte de nuevo y más con tan estupendas noticias. ¡¡Enhorabuena!!!, me alegro muchísimo por tí, es estupendo que te hayas formado y certificado como coach, tienes muy buena madera para ello y seguro que vas a tener mucho éxito. Por favor, sigue manteniendome informada de tus proyectos y avances, siempre es un placer hablar contigo. Un abrazo muy fuerte.
De muchas cosas me arrepiento, pero no de intentar al menos, atreverme a “ser”. Gracias por este post, volveré con él a reevaluarme….
Natalia